IU levanta la bandera del servicio público

Izquierda Unida se zambulló ayer en la campaña levantando la bandera que cree que la identifica: la defensa de los servicios públicos "100% públicos" frente a la espiral de recortes y privatizaciones que espera del PP y la entrega a los mercados que imputa al PSOE. El candidato a la presidencia, Cayo Lara, eligió para iniciar la carrera electoral el hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), convertido hace seis años en símbolo de la izquierda madrileña cuando el entonces coordinador de Urgencias, Luis Montes, fue acusado por el Ejecutivo de Esperanza Aguirre (PP) de aplicar sedaciones terminales a 400 pacientes.

El asunto, que derivó en un debate sobre los cuidados paliativos y la eutanasia -aunque no era eutanasia lo que se practicó a los enfermos- fue archivado por los tribunales, pero dio lugar a un "acoso terrorífico de la derecha", según Lara, contra un equipo de profesionales a los que él quiso reivindicar ayer. Y aprovechando el caso Montes reivindicó, de paso, el modelo de sanidad pública que IU ve en peligro en Madrid y, si el PP gana el 20-N, en toda España.

La Comunidad de Madrid, junto con la de Valencia, es la pionera en un sistema sanitario apoyado en la gestión mixta público-privada o directamente en hospitales totalmente privados financiados con fondos públicos. Ese es el modelo de "privatización salvaje" que extenderá el PP, según IU. "No existe razón que justifique privatizar la salud pública y convertir un derecho en un negocio. Nos opondremos a ello con toda la fuerza que los ciudadanos nos den en el Parlamento", dijo Lara.

Por la tarde, en Cercedilla (Madrid), el candidato de IU estrenó una nueva modalidad de mitin (similar a la ya adoptada por UPyD): antes del discurso, él y otros candidatos contestaron a 10 preguntas en directo de simpatizantes y a cuatro planteadas a través de Facebook y Twitter, informa Efe. Respondiendo a una de ellas, Lara no descartó un apoyo de IU al PSOE si con ello se impidiera un Gobierno del PP, aunque subrayó que el proyecto de Alfredo Pérez Rubalcaba no es ni "mínimamente socialdemócrata".