Reino Unido resiste

El Comité Olímpico Británico (COB) prohíbe a sus deportistas sancionados por dopaje representar a Reino Unido en los Juegos Olímpicos. Bien lo sabe el velocista Dwain Chambers, que se perdió los de Pekín 2008 cuando ya había cumplido la sanción que le alejó de las pistas de atletismo entre 2003 y 2006 por una ristra de positivos. La intención del COB es mantener ese veto, que forma parte de su lucha contra el dopaje, incluso después de conocer que el Tribunal Arbitral del Deporte ha decidido revocar la regla Osaka, de idéntica inspiración.

"Se trata de una norma que protege a los atletas, que fue introducida con el apoyo de estos y que defienden el 90% de los deportistas", dijo ayer el presidente del COB, Colin Moynihan, informa la agencia Reuters. Por eso la intención es que gente como Chambers, que sí compitió en los Mundiales de este verano, o el ciclista David Millar no puedan estar en los Juegos de Londres ni en ningún otro.

Para ello alegan que los comités olímpicos son libres de establecer las normas de selección que consideren oportunas y así se lo han trasladado al Comité Olímpico Internacional.

El ministro británico de Deportes, Hugh Robertson, fue más contundente: "Los deportistas olímpicos no quieren que los sancionados por dopaje vuelvan al deporte. Eso está claro y por eso apoyo la norma del Comité Olímpico Británico".

Pero eso son palabras e intenciones. Lo que está claro es que la decisión del TAS abre una nueva puerta a los tramposos que se consideren perjudicados, ya que ahora podrán recurrir al órgano de arbitraje con más argumentos.