"La privación de libertad es lo último"

El Ministerio del Interior ha reconocido el trabajo del Departamento de Justicia, que encabeza Idoia Mendia, en materia de penas alternativas al ingreso en prisión.

Pregunta ¿Radica el futuro en ese tipo de penas alternativas a la cárcel?

Respuesta. La privación de libertad es lo peor que le puede pasar a una persona. Lo último. En España, además, vivimos con una contradicción, porque tenemos uno de los índices de criminalidad más bajos de Europa y, en proporción, uno de los mayores índices de población reclusa. En otros países se han implantado desde hace tiempo suspensiones de condena y penas alternativas que también han abierto brecha en España. Como resultado, hoy hay más personas cumpliendo condenas fuera de los muros de prisión que dentro.

P. Las obsoletas cárceles de Álava y Gipuzkoa no continuarán entonces como penales cuando entren en funcionamiento las nuevas.

R. En ningún caso. Su finalidad la está negociando Instituciones Penitenciarias con los respectivos Ayuntamientos, que igual pueden estar interesados en la conservación de algún edificio para equipamientos o de las instalaciones deportivas.

P. ¿Cómo está afectando la crisis a la Administración de Justicia en Euskadi?

R. Menos de lo esperado. Es cierto que se ha reducido notablemente el presupuesto, pero la forma en la que estamos abordando la modernización y la implantación de la nueva oficina judicial cuesta poco dinero. Aquí no han hecho falta los secretarios ni los nuevos juzgados que sí se han requerido en otras comunidades autónomas.

P. ¿Se mantienen los plazos de la puesta en marcha de la nueva oficina judicial?

R. Con un ligero retraso. Nuestro éxito ha radicado en que hemos iniciado su implantación por los partidos judiciales más pequeños. Otras regiones no están mirando y tomando como referencia.

P. ¿Y los de implantación de la Administración electrónica?

R. Ahí sí nos ha tocado más la crisis. Ya dejó claro el lehendakari el jueves que hay prioridades como la educación, la sanidad, las ayudas o el empleo.

P. ¿Perjudicó una negociación laboral con los sindicatos de la Ertzaintza ajena al resto del funcionariado?

R. Teníamos claro que es un colectivo con unas características muy particulares y que son 8.000 agentes. No hay más.