10 días más en casa por error

Amadou, Abdourakhmane y Oumar podrán vivir 10 días más en su piso de Rubí (Vallès Occidental) gracias a un error burocrático. La orden judicial fijaba el día de ayer como fecha del desahucio, pero fue aplazado porque a los abogados y al procurador les constaba que el desalojo debía producirse hoy. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que apoya a los propietarios y había organizado un acto de protesta para frenar el desahucio, se felicitó por el aplazamiento, ya que les da margen para negociar con la entidad bancaria.

Amadou, Abdourakhmane y Oumar, con edades comprendidas entre los 41 y los 55 años, dejaron en Senegal a sus respectivas familias para buscar un medio de subsistencia en España. Amadou, el más veterano, llegó a Cataluña hace 15 años. Durante la época de bonanza, ninguno tuvo problemas para trabajar, aunque siempre en empleos temporales y precarios como peones en fábricas.

En 2006, entre los tres compraron un piso en el centro de Rubí. Contrataron una hipoteca con Caixa Tarragona -ahora Catalunya Caixa- por 800 euros mensuales. Pero la cifra creció hasta llegar a los 1.450 euros en 2009. Ese año los tres perdieron sus trabajos. Agotaron el paro y ahora sobreviven gracias a que dos cobran una ayuda social de poco más de 400 euros. En septiembre de 2009 no pudieron hacer frente a la hipoteca y dejaron de pagar. Cada uno arrastra una deuda de 30.000 euros con la caja.

Ayer tres esperaban sentados en un banco de la plaza de la Constitució, donde se halla su piso. La citación judicial los emplazaba a las 9.30 para abandonar su piso, pero ni los funcionarios judiciales ni la policía se presentaron. Los tres esperaron toda a mañana, rodeados por una veintena de miembros de la PAH.

Hartos de esperar, Oumar y representantes de la PAH, fueron a los juzgados y allí se encontraron con la agradable sorpresa de que al procurador y a los abogados se les había comunicado que el desahucio estaba programado para el día 29, y así consta en el escrito de aplazamiento que el juzgado entregó a los propietarios. En cambio, la orden que recibieron estos correspondía al día de ayer.

Los desahuciados y los miembros de la plataforma ven el retraso como una pequeña victoria. "Hasta la próxima", reconoce Marta, que asegura que están negociando con la caja un contrato de alquiler social para que los tres puedan continuar en su piso.

Amadou, Abdourakhmane y Oumar están preocupados por un próximo desalojo. Entonces, apelarán a la solidaridad de amigos y compatriotas, "si no, dormiremos en la calle", admiten.