Erdogan apoya en Túnez la democracia en el mundo islámico

"Lo más importante, y Túnez lo va a demostrar, es que el islam y la democracia pueden convivir", proclamó ayer Recep Tayyip Erdogan, en la capital del país magrebí. En la segunda etapa de su gira por las naciones de la primavera árabe, el primer ministro turco defendió que el Estado laico garantiza la igualdad entre los ciudadanos de todas las creencias, y también para los que carecen de ellas.

Nueve meses después de la revuelta popular que acabó con el derrocamiento del presidente Zine el Abidine Ben Alí, Túnez tiene previsto celebrar comicios legislativos el próximo 23 de octubre para elegir una Asamblea constituyente que redacte una nueva Constitución.

El partido islamista Enhada, prohibido durante dos décadas por el régimen de Ben Alí, confía en obtener unos buenos resultados electorales, y los sondeos le asignan un 20% de intención de voto.

"Túnez y Turquía confirman que no existe ninguna contradicción entre islam y democracia", aseguró Erdogan, quien no obstante precisó que el concepto de laicismo que él defiende no es el mismo que el occidental. "Una persona no tiene por qué ser laica, pero el Estado sí debe serlo", advirtió.

Tras visitar Egipto, el primer ministro turco se reunió ayer con su homólogo tunecino Beji Caid Sebsi, después de haber recibido una multitudinaria acogida en el aeropuerto de la capital. El líder de Enhada, Rachid Gannouchi, encabezó el comité de bienvenida.

Erdogan, que llegó al poder en 2002 al frente del Partido de la Justicia y el Desarrollo (islamista moderado), tiene previsto viajar a Libia en la tercera y última etapa de su gira por el norte de África.