McGraw-Hill separa Standard & Poor's y el resto del negocio de mercados del educativo

Por presión de los accionistas, y también por pura necesidad, el conglomerado de información McGraw-Hill anunció finalmente que se parte en dos compañías. Y lo hace para separar el negocio de mercados, que incluye la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's y el índice S&P 500, de su división educativa. Cada una operará de forma independiente.

El grupo llevaba tiempo preparando la reorganización, con la que espera reducir costes en unos 600 millones de euros. Separación que se hizo más urgente por el descontento de los inversores, que consideraban que valdría hasta un 40% más si se valoraban sus negocios por separado. En los últimos cinco años, el grupo perdió un tercio de su valor.

Ahora el debate en el parqué gira sobre si será suficiente para sentar la base y empezar a crecer. Los propietarios más díscolos veían la posibilidad de partirla en cuatro bloques, para así poder explotar todo su potencial y evitar a la vez que unas partes del grupo influyeran en el rendimiento del resto. Pero desde la familia fundadora se insiste en que será suficiente. El cambio coincide con la llegada de Douglas Peterson a la presidencia de S&P, del que se espera recomponga su tocada imagen. McGraw-Hill Markets, como se conocerá a la compañía que hará de paraguas de la agencia, tendrá unos ingresos anuales de unos 2.400 millones. La cifra de negocio de McGraw-Hill Education rondará los 1.300 millones.

"Serán dos poderosas compañías", reiteró Harold McGraw, actual consejero delegado del imperio que lleva el apellido familiar. El propósito del ajuste es explotar con más flexibilidad las nuevas oportunidades de negocio, como el digital, donde emergen nuevos y poderosos actores en la industria como Google y Amazon.