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Los de la revista Jaç no paran quietos. Preparan para el próximo octubre un cambio radical de contenidos, presentación y formato, pero como no debía ser suficiente trabajo decidieron montar un homenaje a Miles Davis para grabarlo y regalarlo en CD con el primer número de su nueva época. Un homenaje "casero" pero a lo grande, como suelen hacer las cosas en Jaç, y la sala Apolo se llenó para la ocasión. Se llenó el escenario con una big band y se llenó la pista de fieles y de un entusiasmo tan contagioso como merecido.

La base del homenaje fueron un puñado de originales de Miles o estándares de su repertorio con arreglos de Sergi Vergés y Alfons Carrascosa interpretados por una big band montada para la ocasión por el siempre volcánico Joan Chamorro. Un grupo cohesionado y eficaz edificado sobre la jovencísima Sant Andreu Big Band y completado con veteranos del calado de Mathew Simon, Joan Monné o el propio Vergés. La orquesta sonó potente sobre unos arreglos atractivos que tanto se plegaban al original como volaban buscando aires nuevos. Soberbios el Tutu y el So what finales.

Y para cada tema se fueron uniendo algunos invitados que elevaron el tono de la velada con momentos de gran intensidad. El saxo de Llibert Fortuny y el bajo de Carles Benavent (el único hispano que tocó en concierto con el maestro Miles) hicieron auténticas diabluras una vez tras otra. Jordi Bonell y Mathew Simon se mostraron tan lúcidos y punzantes como de costumbre. La joven Andrea Motis (procedente de la Sant Andreu Big Band y con sólo 15 años) dejó patente que todavía tiene un largo recorrido por delante, su presencia solista fue una anécdota que no llegó a ensombrecer el impresionante resultado global.

El resumen de la velada es sencillo: aquí también se pueden hacer las cosas bien. La grabación se regalará con el número de octubre de la revista Jaç. Un consejo: reserve su ejemplar.