El miedo cierra tiendas y bares en un Londres tomado por 16.000 agentes

La oleada de violencia y saqueos ha convertido a Londres en una ciudad en estado de sitio. Las tiendas y bares cerraron temprano ante el temor a una cuarta jornada de disturbios a pesar de que el primer ministro David Cameron ordenó el despliegue de 16.000 policías, el triple que en la noche del lunes. Varios espectáculos deportivos, entre ellos el Inglaterra-Holanda, fueron cancelados. Las fuerzas de seguridad empezaron a utilizar vehículos blindados y fueron autorizadas a usar balas de goma.

El Parlamento, al igual que hizo el Gobierno, ha suspendido sus vacaciones ante una crisis que ya ha causado más de medio millar de detenidos, pérdidas millonarias y se extiende por Manchester y otras ciudades del norte del país. El origen de la revuelta, la muerte del joven Mark Duggan cuando iba a ser detenido, sigue envuelto en polémica. El análisis balístico confirma que no disparó a los agentes.