Destellos de clase en el Arenal Sound de Burriana

En ese a veces imprevisible reparto del botín amasado por nuestra concurrida geografía festivalera, el Arenal Sound burrianense puede exhibir la satisfacción de quien ha salido agraciado con algo más que una buena pedrea. Porque ni en sus previsiones más optimistas podían prever los cerca de 40.000 espectadores diarios que certifican recibir cada noche, aunque, una vez dentro del recinto, no quede tan claro cuál es la proporción que se debate entre asistir a los conciertos (supuestamente, el leit motiv de esta clase de citas) o pasar la mayor parte del tiempo gozando de una acampada junto al mar, eso sí, con música en directo sonando de fondo.

Sea como fuere, un público muy joven y de procedencia acaparadoramente nacional pudo disfrutar de una primera jornada, la del jueves, coronada por el grandilocuente synth pop de los británicos Hurts, cotizando bien alto ante la práctica incomparecencia de competidores. Sus canciones, que buscan el melodrama pop por la vía de cierta pretenciosidad clasicista, al estilo de los Depeche Mode más ampulosos o los tardíos Ultravox, funcionaron a las mil maravillas a lomos de un espectáculo intachable, cuyo talante orgánico ratifica que en su propuesta puede haber vida más allá de conceptos prefabricados al detalle. El suyo, su concepto visual y sonoro, lo tienen claro, tanto como los veteranos The Charlatans, que tiraron de ese fondo de armario en el que la psicodelia con denominación de origen Manchester (The Only One I Know, Weirdo, Then) comparte hueco con algunas dianas de pop cinco estrellas (Can't Get Out Of Bed, North Country Boy), en un set que transitó de la pereza al entusiasmo, pero en el que siempre primó esa clase que les distingue como perennes subalternos de fuste. La noche también contó con la leve caricia oldie de Russian Red, con los contagiosos conciertos de los valencianos Polock o Crimentales y con medianías estatales que arengarán a las masas pero difícilmente sonarán bien en escenarios tan vastos, como Dorian o Supersubmarina.

Tras las actuaciones de Scissor Sisters o Vetusta Morla anoche, el festival encara esta noche su recta final con El Guincho, Love of Lesbian o Rinôçérôse para cerrar mañana con La Pulquería o The Zombie Kids como principales reclamos de una audiencia que tampoco necesita demasiados ganchos musicales para entregarse a una fiesta sin fin.