Los trasplantes de órganos en Andalucía suben un 21%

El número de trasplantes de órganos realizados en hospitales públicos de Andalucía entre enero y julio de este año ascendió a 420, un 21% más que en el mismo periodo del año pasado. Este aumento ha sido posible gracias a las 147 donaciones de fallecidos y a las 31 donaciones de riñón, diez de ellas infantiles, autorizadas por vivos, lo que el coordinador de trasplantes de Andalucía, Manuel Alonso, considera "un motivo por el que toda la sociedad andaluza se tiene que felicitar". Este incremento apunta a que para finales de año se alcance un récord histórico en la región, de más de 300 donantes, y sitúa a Andalucía en 35,6 donantes por millón de habitantes, el doble de la tasa europea, y ligeramente superior a la media española, considerada la más alta del mundo con 32 donantes por millón.

El aumento de los trasplantes, a pesar del descenso de accidentes de tráfico, se deben, según Alonso, a una mayor concienciación social y a la experiencia acumulada de los cinco hospitales públicos andaluces que realizan trasplantes. Pese a los buenos resultados, el doctor ha recordado que hay aún 878 pacientes en la región en lista de espera para recibir un órgano, 631 de ellos un riñón. Los trasplantes de donante vivo fueron, en los 31 casos, de riñón. Esta cifra aumenta en un 50% respecto a los mismos meses del año anterior, que se realizaron 20.

De los 420 trasplantes realizados en lo que va de año, 235 fueron de riñón, 123 de hígado, 17 de corazón, 14 de puñmón y 13 de los órganos trasplantados fueron de páncreas. Además, 850 pacientes han recibido, en este periodo, implantes de tejidos como córneas, válvulas cardíacas, tejidos óseos o segmentos vasculares.

Nueva técnica

Por su parte, el doctor y coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, anunció ayer en Barcelona que se prevé que sigan aumentando las donaciones de riñón de vivos gracias a una novedosa técnica de extracción a través de la vagina o el ombligo "ya que el donante sufrirá menos molestias". Matesanz aseguró que este tipo de ciruía, desarrollada íntegramente en España, es menos agresiva que la laparoscopia tradicional, y que supone un avance "muy significativo" que, probablemente, "revolucionará este procedimiento en todo el mundo".