Los Mossos interrogan a los monitores del 'casal' al que iba el niño ahogado

Los Mossos d'Esquadra tomaron declaración durante el día de ayer a los monitores de la Fundación Social del Raval, de la que formaba parte Pablo Marcelo, el niño de tres años de nacionalidad española e hijo de padres bolivianos que murió el miércoles cuando se bañaba en la piscina municipal de Can Dragó, en el distrito barcelonés de Nou Barris.

La policía, que asumió la investigación del caso para aclarar de qué forma murió el menor, también interrogó a los testigos, socorristas y responsables del complejo.

Un juzgado de Barcelona, por su parte, abrió diligencias para aclarar la muerte del pequeño, que no llevaba manguitos ni flotador en el momento de los hechos, se encontraba en la parte más honda de la piscina y acababa de comer. El caso está bajo secreto de sumario.

El casal, que cada año atiende a más de 150 familias en riesgo de exclusión social, abrió las puertas ayer con el objetivo de retomar la normalidad cuanto antes, y los trabajadores no quisieron hacer ninguna declaración pública. En un comunicado, sin embargo, aseguraron que mantendrán las actividades programadas.

El Ayuntamiento de Barcelona lamentó la muerte de Pablo y, en señal de duelo, más de 100 personas guardaron un minuto de silencio ayer por la noche en el pregón inaugural de la fiesta mayor del Raval.