Los indignados de Barcelona abuchean al consejero por la dura carga policial

"¡Puig dimisión!". Con esos gritos referidos al consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, arrancó ayer la asamblea de los acampados en Barcelona tras la dura carga policial del pasado viernes. Cientos de personas decidían en ese momento si quedarse durante la celebración de la Champions. Tras mucho debate, decidieron que sí. Resistirían en la plaza de Catalunya, a pesar del peligro que podía entrañar en el caso de que el Barcelona ganara la final europea. Ya que el lugar tradicional de celebración del Barcelona, la fuente de Caneletes, está junto a la acampada. Los indignados decidieron, sin embargo, quitar de la plaza todo aquello que pudiese usarse como arma arrojadiza. A las 21.00, varios coches se llevaban lonas, mesas, sillas, pantallas de ordenadores... "Queremos demostrarles que no necesitamos que los Mossos lo hagan por nosotros", aseguraron los indignados.

Las cargas policiales del viernes estaban aún en la mente de los acampados. Y Felip Puig pudo vivirlo en primera persona. Un centenar de indignados le recibieron ayer en Valls (Tarragona) al grito de "¡dimisión!" en protesta por las cargas policiales. Los concentrados mostraron claveles y respetaron el perímetro de seguridad en las inmediaciones del edificio donde Puig intervenía en un acto oficial de los Mossos d'Esquadra, pero no pararon de abuchearle con silbidos y cazuelas. Al final, Puig esquivó a los concentrados y salió por una puerta trasera.

"No se puede poner en duda permanentemente el trabajo, la calidad, la solvencia y la entrega de la policía de este país", dijo Puig en el acto oficial. El consejero añadió que el debate debe quedarse en la arena política, sin salpicar a los policías, y cargó contra la prensa. Señaló que los medios de comunicación no han explicado bien la actuación de los mossos en la carga, que finalizó con 121 heridos; entre ellos, 37 mossos.

Por otra parte, Iniciativa per Catalunya-Esquerra Unida pedirá la reprobación parlamentaria de Puig por las cargas policiales y reclamará su comparencia inmediata. El diputado de ICV Jaume Bosch considera que la actuación policial fue "desproporcionada, absurda, mal planificada y lamentable". Los ecosocialistas también anunciaron que probablemente acaben exigiendo la dimisión de Puig.