Griñán sale en defensa de Chaves y cierra filas con Pizarro

En momentos de extrema dificultad como los que está pasando un PSOE subido a un tobogán de malas noticias, las actitudes, los gestos y las palabras tienen más valor que nunca. Después de la conmoción que ha supuesto para muchos socialistas la crisis abierta por la dimisión de Luis Pizarro y ante lo que consideran el acoso desmedido hacia Manuel Chaves, José Antonio Griñán, pasó ayer a la ofensiva. De manera más clara que nunca, aprovechó su debate con Javier Arenas para reprocharle que "vaya siguiendo por todas partes" a Chaves y defender al expresidente andaluz: "La historia de la autonomía no se podrá escribir jamás, nunca, nunca, sin la aportación de Manuel Chaves". Ya el pasado martes, tras el Consejo de Gobierno, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, cambió el paso ante lo que consideró la "exageración del PP" de situar en Andalucía "el epicentro de la corrupción" con mentiras y medias verdades. También los diputados socialistas recibieron instrucciones de su portavoz, Mario Jiménez, para defender a Chaves, muy debilitado políticamente por la actividad profesional de su hijo mayor.

Griñán aprovechó para mandar un mensaje de consumo interno al cerrar filas con Luis Pizarro. Si el día anterior, ambos evitaron de manera ostensible el saludo, el presidente dio a entender que daba carpetazo al encontronazo. Griñán aseguró que compartía "plenamente" lo dicho por Pizarro el sábado ("para mí Chaves es el presidente de la Junta"). Luego, abandonó su escaño y se dirigió a saludar al diputado gaditano, un tanto sorprendido por el gesto mientras se escuchaba a los diputados del PP decir "¡que se besen, que se besen!". Muchos en el PSOE acogieron con alivio la escena.