Un diputado socialista niega estar vinculado a los ERE

Ramón Díaz, nuevo parlamentario desde hoy por el PSOE, se desligó ayer del escándalo de las falsas prejubilaciones en los expedientes de regulación de empleo (ERE). Díaz fue durante cuatro años asesor laboral del exdirector general Javier Guerrero, que definió las ayudas públicas de la Junta como "fondo de reptiles", y el exconsejero Antonio Fernández. "Es una caza de brujas lamentable y repugnante" promovida por el PP para "criminalizar la política de ayudas sociales y económicas a empresas en crisis".

Díaz, que hoy jurará su cargo, puntualizó en un comunicado que su función en el proceso de negociación del expediente de cierre de la planta de Delphi en Puerto Real, que afectó a 1.500 trabajadores y contó con 120 millones en ayudas, fue "mediar entre la empresa y los trabajadores para conseguir un punto de encuentro final".

El ex asesor laboral negó haber tenido relación con las pólizas de prejubilaciones ni los ERE, "ni ningún otro instrumento distinto" de las gestiones que emprendió, aunque su firma figura en el acuerdo entre la Viceconsejería de Empleo, de Innovación, la agencia IDEA, los sindicatos y la empresa. Díaz considera que el PP está llevando a cabo "un juicio paralelo contra las personas".

La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, pidió al PP que si tiene "alguna prueba o indicio fundado" contra Díaz, lo "denuncie inmediatamente y no oculte información al juzgado". El pasado lunes el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, avanzó que un parlamentario socialista resultaría implicado en el caso: "Pasará a la historia como el diputado más breve de la historia del Parlamento", avanzó sin desvelar su identidad.