Rajoy recurre al orgullo nacional ante los "deberes" de Merkel

Mariano Rajoy sigue evitando pronunciarse claramente sobre el pacto por la reforma de las pensiones. Aunque la presión sobre el Partido Popular para que abrace el acuerdo alcanzado entre Gobierno y sindicatos es cada vez más fuerte, el líder del PP prefirió ayer desviar la atención incidiendo en el hecho de que las reformas que está haciendo el Gobierno son fruto de las peticiones de Europa, y en especial de Alemania.

Por eso centró su discurso en un acto de partido en Barcelona en las supuestas heridas al orgullo nacional que supone hacer reformas a petición de la Unión Europea, por más que estas las imponga la canciller alemana Angela Merkel, de la misma familia política que el PP. "El jueves vinieron a ponernos nuevos deberes y a mí, como español, no me gusta que desde fuera me digan lo que tengo que hacer", dijo, sin criticar las peticiones concretas de Alemania. Rajoy, eso sí, sacó pecho por el hecho de que durante los Gobiernos del PP no ocurrió nada parecido. "A nosotros no nos pusieron deberes", aseguró.

La segunda línea del discurso de Rajoy para evitar entrar en el terreno de la concreción respecto a las medidas económicas que está adoptando el Ejecutivo fue dejar claro que cualquier reforma que pueda hacer a partir de ahora el Gobierno, como el imponer un techo de gasto a las autonomías, es una suerte de copia del ideario del PP.

"Como español me resulta verdaderamente sorprendente que, después de que el PP lo lleve diciendo tres años, ahora porque lo pida Merkel, el Gobierno diga que está dispuesto a aceptarlo", remarcó el líder del PP, en referencia a la decidida voluntad del Gobierno de poner freno al déficit público de todas las administraciones. Rajoy acudió a Barcelona para arropar al candidato del Partido Popular a la alcaldía de la capital catalana, Alberto Fernández Díaz.