Menos músculo, más habilidad

Los Bomberos de la Comunidad de Madrid, donde las exigencias mínimas son iguales (aunque las mujeres consiguen más puntuación si pasan ese mínimo) para los dos sexos, tienen ocho -dos de ellas, oficiales- mujeres bombero en una plantilla de 1.500. Sus pruebas físicas, según explican varios bomberos consultados, son más asequibles que las del Ayuntamiento. En 2005 el Consistorio anunció que iba a rebajar los mínimos exigidos en las pruebas físicas para facilitar el acceso a las mujeres. "A pesar de eso, solo entraron dos como conductoras", afirma el director general de Emergencias, Alfonso del Álamo.

"Esas pruebas no nos gustaban porque eran demasiado musculares", añade. De ahí que ahora las hayan diseñado como gincanas. Una consiste en recorrer reptando más de 12 metros por un tubo angosto y sin luz. Otra, en caminar seis metros sobre un tablón de inclinado de 11 centímetros de anchura, lo que permite medir el equilibrio. Pruebas en las que una mujer podría incluso tener ventaja. Pero la de los 110 metros, con parada incluida, sin poder usar zapatillas con clavos, y cargando 12 kilos en 18 segundos es directamente imposible, eliminatoria, sostienen las aspirantes. El récord español femenino en 100 metros lisos (Sandra Myers, desde 1991) está en 11m06s.