"Si no eres para mí, no eres para nadie"

Rafaela Ruedas Contreras murió en Pinos Puente (Granada) el pasado mes de julio a los 42 años. Su ex pareja presuntamente le golpeó con una azada. Ella había denunciado malos tratos y amenazas, pero el juez no la creyó. Su vida no fue fácil. Era su segunda relación. Previamente se había quedado viuda de un hombre con el que tuvo cuatro hijos pero de los que el matrimonio no pudo hacerse cargo. Precisamente fue su deseo de tener descendencia años después con Juan Heredia, un hombre de campo de 67 años, lo que enturbió la relación, según la familia.

La mujer era muy conocida en Pinos Puente, un municipio de unos 13.500 habitantes en el que aún hoy no es fácil hablar de lo sucedido. Sufría una deficiencia visual, a veces ayudaba a su madre a vender cupones y por eso era muy conocida. Alegre y dicharachera, estaba superando algunos problemas de autoestima. Tras la ruptura y un mes antes del trágico suceso, denunció que Heredia le había agredido y amenazado. "Si no eres para mí, no eres para nadie", le dijo. Él también la denunció por supuestos malos tratos, aunque luego retiró la acusación.

Ese cruce de denuncias, un relato demasiado "parco" o algunas "contradicciones e incoherencias" con lo declarado por la denunciante ante la Guardia Civil provocaron una ausencia de "crédito suficiente" de la víctima que motivó la absolución del que había sido su pareja durante cinco años. Diez días después de ese juicio y con una orden de alejamiento todavía en vigor, Juan Heredia acabó supuestamente con la vida de Rafaela.