La morosidad crediticia bajó ligeramente en septiembre

La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito (EFC) a particulares y empresas se situó en el 5,49% en septiembre, 0,12 puntos menos que en agosto, según el Banco de España. Este es el tercer descenso en lo que va de año y se iguala a la tasa de marzo de 1996.

Al margen de pequeñas variaciones, lo más llamativo fue que los bancos (5,58%) superaron en septiembre la morosidad de las cajas (5,33%) por razones atípicas. Los bancos cerraron septiembre con 46.669 millones en créditos dudosos, frente a los 45.401 millones de las cajas. Sin embargo, el dato es equívoco y la Asociación Española de Banca (AEB) se apresuró a aclararlo en una nota.

La antigua y quebrada Caja Castilla La Mancha (CCM), adquirida por Cajastur, se ha transformado en Banco Castilla La Mancha y, por primera vez, ha pasado contablemente su morosidad a los competidores. Así, los 3.044 millones que figuran, una morosidad del 16,6%, se han cambiado de bando. Para más contradicción, los 3.044 millones son una cantidad bruta. Si se aplica el colchón contra los morosos que el Fondo de Garantía de las Cajas ha concedido a Cajastur, la morosidad queda en 300 millones, el 1,6%. Otro dato curioso es que aunque se llame Banco Castilla La Mancha, los directivos de esta entidad nunca formarán parte de la patronal bancaria. Es decir, las cajas solo son bancos para traspasarles la morosidad. Contradicciones de la reestructuración financiera.

En el sector se pone en relación la contención de la morosidad con el aumento de las deudas ligadas a inmuebles adjudicados y adquiridos por las entidades financieras -ya sea a través de la dación en pago o de otras fórmulas-. En este campo hay activos por 70.000 millones que la banca había canjeado hasta el pasado junio, últimos datos del Banco de España, y suponen casi el triple que un año y medio antes. En total, los préstamos problemáticos concedidos para la construcción y la promoción inmobiliaria ascienden a 180.800 millones hasta junio, con una cobertura del 26,6%.

Precisamente, el problema de la morosidad ha obligado a las cajas a elevar sus dotaciones hasta los 6.292 millones, con lo que el beneficio atribuido ha quedado en 3.226 millones hasta septiembre, un 31,6% menos que hace un año, sin tener en cuenta la situación de CCM y Cajasur.