El arzobispo reconoce que el Papa atrajo poca gente

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, admitió ayer que el número de fieles que finalmente se desplazaron a Santiago el día 6 fue menor que el esperado a pesar de que la visita del Papa supuso, en su opinión, una "bocanada de aire fresco para el Xacobeo". "La verdad, que podrían haber sido más es algo evidente", señaló en una entrevista concedida a Europa Press, aunque aseguró que en el recorrido del papamóvil desde Lavacolla "había gente, en unos sitios más y en otros sitios menos".

"¿Que podría haber venido más gente? Pues sí", reconoció Barrio, a pesar de que quitó importancia al hecho y aseguró no tener datos precisos sobre la asistencia, sino únicamente sobre la presencia de mucha gente en las plazas de O Obradoiro y A Quintana.

Entre los motivos de la poca afluencia de fieles, el arzobispo de Santiago consideró que "mucha gente optó por seguir" la visita a través de la televisión, a sabiendas de que "no podía entrar en las plazas donde más directamente se podía ver al Papa". Además, según él, las circunstancias meteorológicas -a pesar de que ese día no llovió- también pudieron influir.

El arzobispo también interpretó las palabras pronunciadas por el Papa antes de llegar a Santiago, en las que criticó el "laicismo" y el "anticlericalismo" existente en España y lo comparó al de la segunda República. "Yo creo que el Papa nos hacía una llamada a reforzar el diálogo entre fe y laicidad. Lo que quería era avivar esa preocupación de puente y nunca generar o causar un desencuentro", señaló Barrio Barrio. "El Papa nos quiere y nosotros [los españoles] queremos también al Papa. Y quiere que no perdamos nuestras raíces y nuestra identidad, y que en todo momento sepamos dar razón de nuestra fe", concluyó.