Kouchner se queja ante Sarkozy de ser humillado por sus consejeros

Bernard Kouchner, ministro francés de Asuntos Exteriores, envió una carta manuscrita el 25 de agosto al presidente de la República, Nicolas Sarkozy, en la que, además de presentarle su dimisión, se quejaba de las "humillaciones" sufridas de mano de algunos de los consejeros del presidente y le comunicaba que tomaba nota "del fin del periodo de apertura". Así al menos lo afirma el semanario Le Nouvel Observateur en su número publicado hoy.
En esa carta, el ministro de Exteriores, fundador de Médicos Sin Fronteras y ex ministro socialista, agradece a Sarkozy el que le haya propuesto convertirse en el primer Defensor de Derechos, un puesto que se creará próximamente y que coordinará tres instituciones: el Defensor del Menor, la Comisión Nacional de Deontología de la Seguridad y la Autoridad contra la Discriminación y por la Igualdad. Kouchner también revela al semanario citado por qué votó, en las elecciones europeas de junio de 2009, a los candidatos gubernamentales de la Unión por un Movimiento Popular: "Sarkozy me llamó, y me advirtió que, como ministro encargado de Europa, no podía dejar de votar al partido".
Carta de dimisión
No es la primera vez que se habla de la dimisión de Kouchner. El 30 de agosto, en plena crisis por la deportación de los gitanos rumanos, el ministro aseguró que había pensado en dimitir. "Pero irse es desertar", añadió. De cualquier forma, Kouchner es de los ministros que, según todas las quinielas de todos los medios franceses, no figurará en el próximo Gobierno de Sarkozy, que se hará público en unas semanas.
Así, en un Gabinete en cuarentena y con fecha de caducidad, Kouchner no es el único que ha puesto distancia con Sarkozy en los últimos días. El primer ministro, François Fillon, el discreto número dos que supera en las encuestas desde hace más de un año al número uno, en una entrevista en televisión celebrada el pasado 29 de septiembre, después de hablar de sus mentores políticos, respondió así a la pregunta de si Sarkozy también era un mentor suyo: "No, Sarkozy y yo somos aliados, él no ha sido nunca mi mentor. Yo le he ayudado a ser presidente y me felicito por ello". Desde hace meses, el primer ministro francés no pierde nunca la oportunidad de señalar su independencia de criterio, ya sea en la deportación de gitanos rumanos o en los Presupuestos.
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