Mito entre mitos

Como el deporte es competición, la tendencia natural es fijar clasificaciones, la búsqueda del mejor. No es tan recurrente plantearse un podio entre escritores, músicos o pintores. Hay gustos para todos, pero el deporte es más proclive a disertar sobre el número uno, está en su naturaleza. Con la nueva gesta de Nadal: ¿Es el mejor deportista español de la historia? Qué más da. Su gigantesca obra está por encima de los estigmas, lo que importa es su fascinante carrera, no su comparación con Santana, Nieto, Ballesteros o Indurain, los tres primeros quijotes inmunes a las precariedades de otras épocas, genios en disciplinas difícilmente comparables, con adversarios de mayor o menor categoría. Todos superhéroes como Blume, Bahamontes, Perico, Arantxa, Cacho, Marta Domínguez, Gasol, Alonso, Lorenzo, Pasaban, Llaneras y tantos otros. En Nadal confluyen de forma acentuada virtudes que tuvieron (tienen) la mayoría de estos titanes: pasión, talento, mentalidad, resistencia al dolor, capacidad para llegar al límite y una fuerza de voluntad extrema. Por si fuera poco, siempre ha sido un deportista ejemplar, en sus modélicas victorias y en sus señoriales derrotas. Bien lo sabe Roger Federer, el mejor tenista de la historia, un superclase de corazón hibernado que gracias a Nadal consiguió revelar que tiene alma. Hay algo romántico en este número uno pulido al amparo de sus familiares, discretos, fieles en las buenas y en las malas. Él también ha sabido blindar su vida y la de los suyos frente a la caverna rosa.
Puestos al discutible juego de clasificar, es precisamente el imponente Federer uno de los argumentos para defender que el balear ya sea el mejor deportista español de la historia. En su era se ha visto obligado a medirse al mejor de todos los tiempos. Le ocurrió de alguna forma a otros, como a Santana con la legión australiana de Rod Laver y Roy Emerson; y a Ballesteros con Nicklaus, Trevino, Watson, Player, Faldo... Pero en la fabulosa carrera de Santana faltaron la Davis y Australia, donde nunca participó, era una aventura muy costosa entonces. En la maravillosa leyenda de Ballesteros no figuran el US Open y la PGA, en la epopeya de Indurain no está la Vuelta, y entre las hazañas inolvidables de Nieto no hay cilindradas superiores. Nadal lo tiene todo, Davis y oro olímpico incluidos. Sería absurdo escrutar su carrera individual frente a la de deportistas de equipo, donde, por mucho que despunten algunos solistas siempre prevalece lo colectivo. El infinito Pau Gasol está supeditado a Bryant (y viceversa), como Xavi a Messi e Iker Casillas a Iniesta.
Nadal ha ganado todo, en distintas superficies, con el mejor de la historia de por medio y en un deporte global, no exclusivista como la fórmula uno, por ejemplo. Y su final de Londres con Federer en 2008 ya es un incunable. Por todo ya es el mito entre los mitos, lo que ni rebaja a otros ni le da a él mayor dimensión. Nadal en sí es grande. Las comparaciones son odiosas, aunque salga vencedor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Primeras declaraciones de los hijos de Rob y Michele Reiner tras el asesinato de sus padres: “No hay palabras para describir el inimaginable dolor que sentimos”
Barcelona se aferra a la alternancia para retener la Fórmula 1
La Fiscalía sostiene que el tío Toni era un “depredador sexual sin escrúpulos” que se valió de la ayuda de un “grupo de mujeres”
Starmer exige al oligarca Abramóvich que destine a Ucrania el dinero logrado con la venta del Chelsea F.C.
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”




























































