Zapatero promete flexibilizar los visados para los chinos

El presidente estadounidense, Barack Obama, no fue el único que llamó a José Luis Rodríguez Zapatero el pasado 11 de mayo, cuando los especuladores pusieron contra las cuerdas la estabilidad de la economía española. También lo hizo el primer ministro chino, Wen Jiabao. Ayer tuvieron ocasión de recordarlo durante la entrevista que ambos mantuvieron en Pekín. Y Wen, según fuentes de La Moncloa, felicitó a su huésped por la eficacia de las medidas de ajuste tomadas para recuperar la confianza de los mercados.

Zapatero tiene motivos para estarle agradecido, ya que el Banco Central de China compró masivamente bonos del Tesoro español en los peores momentos. Solo en julio dictó órdenes de compra por más de 1.200 millones, según fuentes diplomáticas. En sus manos está en torno al 10% de la deuda pública española en manos de extranjeros.

Los dos mandatarios repitieron que España es el mejor amigo de China en la UE. Pero no siempre esta amistad política se traduce en hechos. Por eso, se comprometieron a incrementar el flujo comercial, que se ha recuperado en el primer trimestre de este año tras caer en 2009; y, sobre todo, a que la balanza sea "más equilibrada". Es decir, menos negativa para España.

Uno de los campos donde más se puede avanzar es el turismo. China es ya el quinto emisor mundial de turistas (con 45 millones en 2008), pero España no figura entre sus destinos predilectos. Sólo 90.000 al año. Menos de la mitad de los que van a Reino Unido o Alemania.

Con el objetivo de triplicar a corto plazo esta cifra, Zapatero se reunió ayer en Pekín con los principales tour operadores, ya que la mayoría de los turistas chinos no viajan por su cuenta,sino en grupos organizados.

El problema es que los chinos necesitan visado para ir a Europa y estos se conceden con cuentagotas. Todavía se les ve como a inmigrantes ilegales en potencia. Zapatero aseguró ayer a Wen que peleará para que, en la próxima cumbre UE-China, prevista en octubre en Bruselas, se acuerde una flexibilización de los visados. Y a que los consulados españoles los agilicen.

El otro campo de cooperación que se quiere explorar es la inversión en sectores de alto valor tecnológico, como las energías renovables, los nuevos materiales, la industria aeroespacial, la biotecnología o el medioambiente. Zapatero cree que China es ya una economía de libre mercado y quiere que la UE lo reconozca así, aunque sus socios aleguen que no ha abierto a la competencia numerosos sectores productivos, mantiene minusvalorada su moneda y no respeta la propiedad intelectual.