Conciertos que entran por los ojos

Grace Jones sabe que lo suyo no va solo de música, y lo lleva con orgullo. A sus 61 años, sigue apostando por esa imagen andrógina que la convirtió en musa de Andy Warhol, icono gay o chica Bond, entre otras muchas cosas. Seguramente se lo agradecieron los incondicionales que la disfrutaron ayer, ataviada incluso con una máscara coronada por una enorme pluma, en el Love Box Festival, en pleno Victoria Park, en Londres. ¿Les recuerda a alguien? Ella está convencida de que Lady Gaga le ha copiado el estilismo, según declaró la diva a The Guardian.

Otra que se ha empeñado siempre en eso de hacer tragar saliva a los más conservadores es Peaches. La polifacética artista también estuvo en el mismo festival: las imágenes dan fe que ofreció lo que se esperaba de ella. Para no variar, no fue sólo electroclash lo que salió de su escenario. Su último disco, I feel cream, tal vez sea más comedido, pero sobre las tablas arrasó con un par de músicos casi desnudos mientras ella se paseaba en una aparatosa silla de ruedas fucsia. De epatar se trata, claro.

Menos dados a la polémica, Simply Red dieron un alegrón a los que echaban de menos la voz de su pelirrojo líder, Mick Hucknall. Este fin de semana se le vio en su faceta más rockera. Aquella famosa mata de pelo se escondió esta vez bajo el sombrero. Se subió Kirsty Bertarelly, una triunfadora nata: fue Miss Reino Unido, escribió Black coffee (un éxito de All Saints), está casada con un millonario empresario y el año pasado publicó su primer disco con una multinacional. La inglesa se embutió en un vestido negro de tachuelas mientras Hucknall le daba a la guitarra con un falda escocesa. Se recomienda guardar la entrada y pegarla con las fotos. Lo que entra por los ojos se recuerda mejor. Y queda bien en los pósters.