El suplicio del rock argentino

Acaban de cumplir 25 años como grupo, tienen 10 discos (algunos de oro) y han hecho conciertos ante más de un millón de personas en su país. Se llaman Super Ratones, son argentinos y ayer viajaban apretados de Gijón a Madrid en una calurosa y estrecha furgoneta. Hoy actúan en la madrileña sala Moby Dick, un lustroso pero pequeño local con aforo para 300 personas.

Será el ecuador de su nueva gira española que les llevará a recorrer España en unas condiciones "muy distintas" a las que suelen tener en Argentina. Desde La Línea de la Concepción a Gijón. De Oviedo a Ferrol... Así todo julio y agosto.

"Nadie tiene ganado nada por mucha medalla de oro que tenga en otro sitio", explica un sonriente José Luis Person, de 43 años, batería y líder del grupo. Es la descorazonadora pero emocionante aventura de muchos grupos argentinos que pese a tener éxito allá, acá se lo tienen que currar como casi desconocidos. Cuando actúan en España no hay autógrafos ni agasajos; sí largos viajes en furgoneta, conciertos pequeños y el público justo para cubrir gastos. Hay que empezar desde el principio.

"La frustración de no conseguirlo a la primera y dejarlo todo es lo más fácil. Pero lejos de acojonarnos queremos más. Seguimos intentándolo. En estas situaciones nos damos cuenta de que primero somos músicos. La fama y el éxito es secundario", explica Person ante una situación que poco a poco va cambiando. "En Asturias ya nos paran por la calle y todo", bromea.

No se trata de hacer un repaso al rock argentino, pero lo que le ocurre al grupo Super Ratones les ha sucedido a muchos de sus compañeros musicales. Como a Babasónicos (el pop que suena en los áticos del bonaerense barrio de Palermo a la hora del cóctel); a Tito Nebbia (clásico del rock argentino); incluso al veterano Charly García (resulta frustrante tener que presentarlo cada vez que se escribe sobre él en España).

Super Ratones no han tirado de nostalgia ni de grandes éxitos en su gira de 25º aniversario. Esta noche llegan a Madrid con su décimo disco debajo del brazo, titulado igual que el grupo. En Super Ratones recuperan el espíritu que inauguraron con su primer disco Rock en la playa y potencian lo que mejor saben hacer: gozosos y cuidados juegos armónicos de voces y de los coros.

"Por fin podemos decir con orgullo que, aunque hagamos canciones con diferentes estilos, sonamos a nosotros mismos", concluye con satisfacción Person.