Inolvidable

Ki, obra nacida del brillante encuentro creativo entre Frederic Amat y Cesc Gelabert, es sin duda una de las perlas de la presente edición del Grec gracias a su gran belleza gestual y su impactante visualidad. Tradición y modernidad se conjugan en esta pieza, que presenta una sucesión de originales y provocativas imágenes que apuntan al corazón del espectador desde un escenario que es verdadera arteria de transmisión de emociones.

El viernes por la noche el Lliure se convirtió en un centro energético donde artistas y público confluyeron en un río invisible de espiritualidad y vida. El glamour y el exotismo destilados por un público numeroso y refinado (como los bellos quimonos de algunas espectadoras) transcurría paralelamente. Amat y Gelabert viajaron a Yamaga para dar a luz a este singular espectáculo que se estrenó en esta ciudad del Japón profundo el pasado junio. En el Lliure no hubo cambios y el éxito también fue rotundo. Cada imagen y cada baile interpretado por el gran maestro de la danza butoh, Katsura Kan; por el joven y escultural bailarín de danza contemporánea Tomohijo Tsujimoto, y por el propio Gelabert encierra una gran distinción y expresividad. El vestuario y los efectos escénicos muestran una aguda imaginación. La música es melancólica y frágil. Inolvidable.