"Más disciplina que talento"

No hay un jugador suizo que conozca mejor su selección y el fútbol español que Fabio Celestini (1975). Jugó seis años en el Levante y el Getafe y fue 35 veces internacional con Suiza. Esta es su radiografía del equipo al que hoy se medirá España.

- El sentimiento. "En Suiza hay un fuerte sentimiento nacional. Cuando juega la selección, la gente se viste toda de rojo y se compromete. Todo empezó con Sforza, Sutter, Chapuisat..., la generación del Mundial de 1994. Sin embargo, esta misma gente no se comporta igual en los clubes. Es difícil que sientan los colores, la pertenencia. Van al fútbol como quien va al cine. El sentimiento lo tienen en la parte más alemana, como en el Basilea. El hockey sobre hielo inspira más pasiones que cualquier otro deporte".

- La lengua. "Yo tuve problemas en la selección porque siempre jugué en el Lausana, en la parte francesa, y en la selección solo se habla en alemán. Estuve desde 1998 hasta 2008 y hubo jugadores a los que solo les dije 'hola'. El problema se agrava porque en la Suiza alemana hablan un dialecto que se parece al japonés. Hitzfeld solo habla ese alemán y Kuhn también. Kuhn levantaba el pulgar y me decía: 'Fabio, alle ist gut!'. Pero yo, en la charla, no entendía nada".

- Defensa. "Al portero, Diego Benaglio, ir a la Bundesliga le ha hecho madurar. Da mucha tranquilidad. Es muy completo y no tiene gestos superfluos. El defensa derecho, Lichtsteiner, es un lateral moderno que sube y baja continuamente. Técnicamente, es bueno, pero sobre todo es cumplidor. Es el típico jugador que quieres en tu equipo. Nunca te va a hacer un partido desastroso. Siempre te va a dar lo mínimo que tú le exiges. Entre los centrales hay altibajos. Grichting, en el Auxerre; Von Bergen, en el Hertha, y Senderos, en el Fulham, no han tenido minutos. Senderos lleva más de dos años sin jugar... Y Senderos necesita alguien al lado que le dé confianza. No puede ser el líder del equipo atrás".

- Disciplina. "El fuerte del equipo es la disciplina. No tenemos un talento enorme. Desde la época de Roy Hodgson, cuando nos clasificamos para el Mundial de 1994, hay una conciencia táctica definida. Para ganar a Suiza hay que luchar. En este sentido, los jugadores que dirigen al equipo son Gelson Fernandes y Gokhan Inler. Fernandes es el típico jugador de trabajo, de equipo. Va, va, va... Corre y roba los 90 minutos. Es el complemento de Inler. Dice Del Bosque que Inler es la clave y no le falta razón. Sabe hacer todo. Es un 6 y un 8. Puede jugar delante de la defensa, correr y robar porque es muy agresivo. Tiene mentalidad de turco. Mucha sangre. Pero no se queda en eso. Técnicamente, está muy bien. Tiene pase largo, buen tiro. Puede hacer jugar al equipo y jugar como único pivote".

- Los desequilibrantes. "Tranquillo Barnetta es uno de los jugadores con más talento que tenemos. Dentro del campo, es rápido y habilidoso. Fuera, es fiel a su nombre: tranquilo. Es de esos jugadores que te sacan algo en una jugada. El otro es Hakan Yakin, nuestro Guti. Tiene 33 años. Entra en las segundas partes y nunca fue titular de verdad. Es de esos jugadores que inspiran desconfianza en los entrenadores. Son Maradonas y de pronto desaparecen. Lo que pasa es que en Suiza no tenemos muchos así y no nos podemos privar de él. Si el partido se atasca, sacas a Hakan y te lo puede resolver con tiros desde fuera, llegadas, entradas de segunda línea, balones parados, una locura, un último pase... De los 40 metros para allá, Hakan y Tranquillo tienen el punto de calidad que tanta falta nos hace".

- Punta. "Nkufo es un punta de venir a recibir al medio para pivotar. Aprovecha su corpulencia para jugar de espaldas. Antes iba más en velocidad, a los espacios, pero con la edad ha cambiado. En el área es peligroso porque aprovecha su físico muy bien".

- Ottmar Hitzfeld. "Suiza, por fin, tiene un entrenador capaz de inspirar un respeto grande: lo ha ganado todo. Si te dice: 'Escucha, ahora tienes que hacer esto', lo haces. ¡Es Hitzfeld! Ganó en el Bayern, ganó en el Dortmund... Y la gente va detrás de él. Ha hecho una revolución con jugadores jóvenes y se ha clasificado primero del grupo porque la gente cree en él. Sabe que con Suiza no tiene jugadores para el tiqui-taca. Es muy práctico: defenderse bien, con siete mejor que con cuatro, e intentar hacer jugadas rápidas en el ataque con Tranquillo, Nkufo y los laterales".