Los calabozos en los que se robó droga se podían abrir con cuatro llaves

La juez Ana Escribano, que investiga el robo de 154 kilos de cocaína y heroína de la Jefatura Superior de Policía en Sevilla, comprobó ayer que existen cuatro llaves maestras para acceder a los calabozos de donde se sustrajo la droga. Esta multiplicación de llaves de un espacio sensible donde se acumularon más de 15.000 kilos de droga no fue detectada por la investigación de Asuntos Internos. Los agentes aseguraron en un informe del pasado noviembre que solo el jefe de mantenimiento creyó haber visto una copia en la entrada de monitores.

El jefe de la Udyco mostró ayer las cuatro llaves a la magistrada, que realizó una inspección ocular del lugar del robo dos años después del inicio de la instrucción. Dos llaves están en poder el responsable de mantenimiento, una se ubica en un armario junto a la entrada principal y una última es custodiada por el jefe de la Udyco. Los tres mandos imputados por encubrimiento en el caso ya censuraron la "desastrosa seguridad" en sus comparecencias: "La segunda llave maestra estaba colgada en el monitor de Jefatura sin control alguno y se facilitaba a cualquier funcionario que quisiera acceder a los calabozos". No existía protocolo. Ni libro de entradas y salidas. Ni cámaras. Ni vigilante. Durante años, la Jefatura no tomó medidas.

Ayer la inspección ocular determinó que Asuntos Internos "se quedó con el candado" de los calabozos, pero sin embargo "no lo entregó" al juzgado instructor, según declararon fuentes del caso a Europa Press.