Quien gane el pulso gana la plaza

Se retoma el pulso entre los organizadores del Orgullo Gay y el Ayuntamiento. La Concejalía de Medio Ambiente, en manos de Ana Botella, vuelve a presionar, como ya hizo el año pasado, para que las fiestas más multitudinarias de la capital cambien de escenario y se libere la plaza de Vázquez de Mella, aliviando así el disgusto vecinal. Hace un año no lo consiguió, pero este sigue dispuesta a librar la batalla.

La historia se repite. La Concejalía de Medio Ambiente "quiere que no haya ninguna actividad en la plaza de Vázquez de Mella durante el Orgullo", afirma una portavoz de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), una de las organizadoras. "Pero no vamos a renunciar a ese espacio. Lo que sí hemos hecho es reducir las actuaciones y los horarios", añade. Desde el Consistorio nadie quiso dar la réplica.

En la propuesta que presentaron ayer se habla de esa plaza como "lugar de acogida", el primero que ven los turistas cuando entran al barrio. Además, piden al Ayuntamiento, que es quien tiene autoridad, que vigile el botellón en esa plaza. "No sé por qué tienen que vigilar el botellón esos días, y no el resto", decía ayer enfadado un vecino. "Total, yo ya sé que en el Orgullo va a haber ruido. Pero son cuatro días, y avisados. Casi peor es lo de los otros 361", añadió.

Esta plaza fue la causa de la discordia el año pasado. Las molestias en una residencia de ancianos llevaron a Ana Botella a mantener durante 24 horas que este año las fiestas se sacarían de allí. Aunque luego se retractó.