El jarro de agua fría alemán

Alemania sorprendió el martes, con los mercados europeos cerrados, a los inversores. Prohibió las apuestas a la baja sobre algunos productos de inversión. Así que ayer, desde que sonó la campana, la atención de los inversores se dirigió a saber si el resto de socios europeos seguía los pasos alemanes.

Ni que decir tiene que la noticia alemana no sentó nada bien en los mercados, siempre hostiles con todo lo que tenga que ver con regulación, límites y obstáculos a sus movimientos. Así que desde el primer momento los índices de la renta variable emprendieron la senda bajista continentales, cortando de raíz cualquier atisbo de continuidad al rebote del día anterior.

El cierre del día anterior en Nueva York ya presagiaba lo que iba a ocurrir ayer. Los índices estadounidenses no acogieron precisamente con alborozo las intenciones germanas. Y así continuaron ayer.

Todos los índices selectivos europeos perdieron más del 2%. La peor parte se la llevó el paneuropeo Euro Stoxx 50, que se dejó un 2,92%. Pero tampoco el resto no estuvo muy lejos de estos números rojos. El comportamiento del Ibex 35 fue levemente mejor. Perdió un 2,61% y cerró en 9.376,5 puntos.

Entre los valores del índice selectivo español, ni uno solo logró escapar a las pérdidas. La peor parte se la llevó la tecnológica Abengoa, que se dejó un 5,43% de su valor. Le siguió la constructora Sacyr (-5,27%) y el fabricante de aerogeneradores Gamesa (-5,21%).

También reinaron las pérdidas entre los títulos de las firmas más pequeñas. El Ibex Small Caps se dejó un 2,06% y el Medium, un 1,72%.

Pese a las pérdidas, la negociación mantuvo su alto volumen de días anteriores. En el conjunto del mercado se movieron casi 5.100 millones de euros. Una parte muy significativa de este dinero -más de 2.200 millones- se movió en grandes paquetes. Especialmente destacado fue el papel de Telefónica. La operadora movió bloques por valor de casi 1.800 millones, muy por delante de BBVA, el siguiente en la lista con 127 millones.

Hoy los parqués españoles pasarán una prueba en la subasta de los bonos a 10 años. El aprobado raspado de la subasta del pasado martes ha atraído la atención de los mercados de deuda hacia la operación que el Tesoro español prevé realizar hoy.