Una oportunidad

La suspensión de miles de vuelos en Europa ante la amenaza de las cenizas del volcán islandés es una mala noticia. Pero, como ocurre con frecuencia con las malas noticias, tiene también efectos benéficos. Veamos uno muy importante y que, como muchos de esa condición, no se ve bien a simple vista.

Ante las cenizas de un volcán periférico, las compañías aéreas y sus aeronaves de altísima tecnología se han rendido y han permanecido en tierra. Los poderosos presidentes de Gobierno anulan sus apretadas agendas... Bien, es una magnífica oportunidad para volver a entender algo que por sabido estaba olvidado en las últimas décadas: nosotros dependemos de la naturaleza.

La biosfera no nos necesita, nosotros sí. Es sencillo de entender, pero la sistemática desmemoria de este sencillo principio nos ha metido en una crisis ambiental de gravísimas consecuencias. El volcán nos trae una buena oportunidad para reaprender lo obvio.