Suspensión deseada

El sexto festejo de la temporada en Las Ventas, una novillada sin más trascendencia con novillos del Conde de Mayalde para Francisco Pajares, Pedro Marín, que se presentaba, y Pablo Lechuga, no se llegó a celebrar.

El mal estado del ruedo y la amenaza de chubascos durante la tarde no invitaban a romper el paseíllo a pesar de las ilusiones de los jóvenes espadas. El presidente del festejo, Manuel Muñoz Infante, insiste en que se ha aplicado el reglamento. "La última decisión ha sido de los toreros, pero en todo momento les he hecho ver que la ilusión no basta cuando el ruedo no es fiable" expuso el comisario en el patio de cuadrillas mientras la afición protestaba con gritos de "¡ladrones, ladrones!".

Sólo en los bajos de los tendidos 7 y 8 se vendían almohadillas, más necesarias que un día normal al estar mojados los asientos de piedra. Los bares de las gradas y tendidos no estaban operativos media hora antes del comienzo del espectáculo. En los vomitorios de la plaza se observaban menos operarios que en tardes anteriores.

Manuel Martínez Erice, representante de Taurodelta, empresa que gestiona la plaza, insiste en que "se tomarán las medidas oportunas contra los que no han acudido a su puesto de trabajo". Este mismo cartel, tras la suspensión, se programará el 20 de junio. El pasado sábado el mal tiempo hizo que se suspendiera un festejo de recortes.