El Gobierno tarda 86 días en pagar, 68 menos que la media de España

Pedir que el crédito llegue a las empresas es, de momento, hacer la carta a los reyes. Así que los empresarios insisten en la otra cara de la moneda: que los clientes paguen a tiempo, sobre todo sin son administraciones públicas. Por ello, la morosidad del sector público fue ayer uno de los ejes del debate al que se agarró el líder de CiU, Artur Mas, que propuso un pacto al presidente de la Generalitat, José Montilla, para que la Administración pague a sus proveedores en 30 días. "En Europa pagan a 30 o 45 días", le espetó Mas.

En realidad, los gobiernos de la Unión Europea pagan en un plazo medio de 67 días, según la patronal Pimec. En Cataluña, la media es más elevada. Montilla aseguró que se tarda una media de 86 días a abonar las facturas, aunque en el caso de la obra pública se llega a los 119 días. La media es, en todo caso, inferior al conjunto de España, donde el plazo es de 154 días. El presidente de Pimec, Josep González, explicó que en Andalucía y la Comunidad Valenciana la situación es más dramática, y recordó que la batalla contra la morosidad se ha de ganar en el Congreso de los Diputados.

Patronales y sindicatos coincidieron ayer en valorar la posible incorporación de los partidos en el Acuerdo Estratégico para la Competitividad. Aun así, los sindicatos se mostraron reacios a que el pacto deba modificarse, y consideraron que el texto debe seguir desplegándose con mayor celeridad.