Los mares de colores de Tomás Ondarra

Tomás Ondarra (Bilbao, 1963) ha elegido el mar, todos los mares, como motivo principal de su creación. No importa el tamaño del formato ni la mixtura de las técnicas con las que trabaja. El mar es lo único que importa. Los sonidos, los colores y los olores del mar están presentes en la obra reciente de este artista que hasta el 28 de febrero se puede contemplar en el espacio Juana Mordó del Círculo de Bellas Artes.

Toda la historia del arte está llena de artistas subyugados por los paisajes marinos. Su espuma y su fuerza se encuentran en las obras maestras de los realistas o de los impresionistas. En reposo o embravecida, el agua del mar ha reflejado como ningún otro elemento el estado emocional de los creadores.

Ondarra es de los que embadurna sus manos de pintura y recurre al ratón del ordenador para recrear los mares que él ve. Los óleos se mezclan con el acrílico. A veces parecen nenúfares, a veces molinos encrespados. Pueden ser mares abstractos o mares figurativos. Siempre sugieren emociones intensas.