Dieta 'amarilla' para la Dama de Hierro

Que a Margaret Thatcher nunca le tembló la mano a la hora de tomar decisiones drásticas lo dejaron bien claro sus 11 años de ejercicio del poder en el Reino Unido. Tampoco, como acaba de revelarse, cuando resolvió desprenderse de varios kilos de peso al encarar su exitosa campaña electoral de 1979, aunque la dieta elegida le exigiera engullir la friolera de 28 huevos a la semana. Entonces no era todavía conocida como la Dama de Hierro, aunque ya hizo gala de ese apelativo al cumplir a rajatabla el draconiano régimen que completaba un menú de pepinos, espinacas, alguna fruta y carne a la plancha. La única alegría que se permitía al cerrar la jornada eran unos dedos de whisky, una bebida a la que siempre ha sido tan aficionada.

Todo por la causa: aligerar 10 kilos en una figura que aparentemente no lo necesitaba. Thatcher entonces tenía 53 años, pesaba 59 kilos repartidos en 1,65 metros. Pero sus asesores apostaron por una mayor esbeltez para la fotogenia electoral.

Su agenda privada de aquellos días, que contenía un papel con las instrucciones de la Dieta Mayo, forma parte de los centenares de documentos personales difundidos esta semana en la Red por la Fundación Margaret Thatcher (www.margaretthatcher.org). Así han conocido los británicos las obsesiones por la línea de la ex primera ministra, quien cada mañana desayunaba dos huevos y triplicaba la cifra los lunes: huevos para desayunar, comer y cenar.

"Estos documentos nos revelan el lado humano de una gobernante", subraya el historiador Chris Collins, miembro de la institución que gestiona el legado de Tatcher, de 84 años.