Mauritania detiene a un cómplice del secuestro de los españoles

Agentes de las Fuerzas de Seguridad de Mauritania detuvieron ayer a un presunto cómplice del secuestro, hace justamente dos meses, de tres cooperantes españoles en la principal carretera del país. El mauritano Bou Ould Eweimar, de 41 años, vigilante jurado de la compañía de telecomunicaciones Mauritel, fue arrestado en la madrugada de ayer a 115 kilómetros de Nuakchot, según fuentes policiales y diplomáticas. Ewimar fue trasladado a la capital para ser interrogado.

Los cooperantes catalanes Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta fueron capturados el pasado 29 de noviembre a 150 kilómetros al norte de Nuakchot. Formaban parte de un convoy con ayuda humanitaria de la ONG Barcelona Acció Solidària.

Díez días después la rama de Al Qaeda en el Magreb (AQMI) reivindicó en un comunicado su secuestro y el del ciudadano francés Pierre Camatte. Bajo cuerda exigió además a España un rescate pecuniario, cuya cantidad ha ido variando, para liberarlos.

Los tres cooperantes fueron trasladados al norte de Malí y desde entonces el Gobierno español está negociando en Bamako, la capital maliense, la puesta en libertad de los rehenes. Las conversaciones las lleva el Centro Nacional de Inteligencia.

Zapatero en Etiopía

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto entrevistarse este fin de semana en Addis Abeba (Etiopía) con el jefe de Estado mauritano, Mohamed Uld Abdelaziz, con motivo de la cumbre de la Unión Africana. No se reunirá, en cambio, con el presidente de Malí, Amadou Toumani Traoré, porqué éste ha decidido no acudir a la cita.

Eweimar es el segundo detenido en Mauritania por complicidad con el secuestro de europeos. El primero fue, el 22 de diciembre de 2009, el maliense Abderramán Ould Meddou, que proporcionó información que facilitó a Al Qaeda la captura de un matrimonio italiano el 19 de diciembre, en Kobonni, en el sureste de Mauritania.

Después de haber sido incapaces de impedir a los terroristas escaparse a Malí con sus rehenes -el jefe de la Gendarmería fue destituido por el presidente Abdelaziz-, las fuerzas de seguridad mauritanas están haciendo desde hace un mes grandes esfuerzos por desbaratar las redes de apoyo a Al Qaeda.