Aviones suicidas

Sistemáticamente tenemos que entender y acatar el endurecimiento de las medidas de seguridad cada vez que se detecta un posible atentado suicida por parte de quienes se afanan en defender sus ideas de la manera más radical y, por tanto, más violenta.

La reivindicación del intento de atentado del avión de Detroit por parte de Al Qaeda pone de manifiesto que Bin Laden y sus secuaces siguen obstinados en querer destruir un número elevado de vidas humanas pues, para ellos, todos los que no profesamos su credo teocrático integrista somos infieles.

¿Quiénes y cuáles son las razones que subyacen para llevar a cabo atentados tan letales como los que todos recordamos y que se podrían haber repetido recientemente? Resulta difícil de responder a esta cuestión y, posiblemente, todos caigamos en el error de simplificarla cuando de repente vemos o escuchamos en los medios de comunicación una noticia de tal envergadura. La educación como elemento socializador, el multiculturalismo o, más recientemente, la Alianza de Civilizaciones son algunas recetas para eliminar cualquier sustrato que contribuya a la desigualdad de los pueblos.

Sin duda, la educación es un elemento imprescindible, pero a ella habría que añadir la igualdad de oportunidades, fundamental para la consecución de tus objetivos. El hecho religioso siempre ha cabalgado entre la razón y la fe, lo cual ha generado más de un choque y no menos confrontación entre distintas culturas. La Alianza de Civilizaciones, en su versión más actualizada del multiculturalismo, ha sido la última medicina para intentar llevar a cabo una comunión entre diferentes culturas, creencias y hechos religiosos.

Sería imprescindible comprender los mecanismos internos que interactúan en la mente de un terrorista en toda su dimensión, pues las diferencias religiosas, políticas, económicas, culturales y demás factores sociales parecieran a priori la solución.