Urkullu sospecha de la ideología de Munilla y Ares no ve un interés social

La polémica sobre el nombramiento de José Ignacio Munilla como obispo de San Sebastián ha venido para quedarse. Los partidos políticos no desean sustraerse a un debate social que viene precedido fundamentalmente por la carta del 77% de los curas de Guipúzcoa contra la llegada de su nuevo obispo.

Ayer, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, consideró que "detrás de la imposición" de José Ignacio Munilla como obispo de San Sebastián "hay una tendencia ideológica" en la Iglesia Católica en España y en Roma.

Urkullu, en una entrevista en ETB evitó entrar "en la forma de decidir de la Iglesia Católica, a dedo e impuesta", porque son sus "reglas de juego". Sin embargo, centró su preocupación en la sospecha de "si tendrá una línea pastoral y de doctrina como la que ha llevado la Iglesia de San Sebastián y del País Vasco, en línea con el Concilio Vaticano II de justicia social y cercanía a las señas de identidad" de la comunidad, ha explicado.

Curas y ETA

Por contra, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, dio una vuelta de tuerca más al considerar que "también la Iglesia, como toda la sociedad vasca, debe implicarse en la deslegitimación de ETA y de quienes la justifican". Fue una manera de no inmiscuirse en la designación de Munilla, en línea con la postura del Gobierno vasco, pero la dirección de sus palabras es fácil de interpretar. Ares señaló ayer en Punto Radio que en el pasado "algunos responsables" de la Iglesia católica vasca fueron "muy comprensivos con el mundo que ampara y justifica la violencia". Sobre esa base, consideró que "eso ha ido cambiando y afirmó que debe "cambiar mucho más en el futuro". Eso sí, sostiene que la polémica sobre la designación de Munilla "en absoluto le interesa a la inmensa mayoría de la sociedad vasca. Y puedo saber por informaciones de gente de la Iglesia católica, que ni siquiera tampoco le interesa a la mayoría de la Iglesia católica", afirmó.

A su vez, el secretario general del PSE-EE de Guipúzcoa, Iñaki Arriola, defendió también que los partidos no "se metan a opinar" sobre las decisiones de la Iglesia y que, de la misma manera, la jerarquía eclesiástica se abstenga de intervenir en asuntos que son competencia de los parlamentos español o vasco.

Arriola eludió expresar su opinión sobre Munilla. Eso sí, dijo que, de la misma manera que le "molesta" que los obispos opinen sobre cuestiones que "tienen que decidir el Parlamento español o el vasco", los partidos también deben ser respetuosos con las decisiones que afectan a la Iglesia.