"No hemos defendido nuestro patrimonio"

Victorino Martín García (Madrid, 1961), hijo del creador de la mejor ganadería del siglo XX, se ha criado en el ambiente taurino. Ha probado casi todos los aspectos profesionales de la fiesta: novillero, empresario, apoderado y criador de reses bravas.

Pregunta. ¿Qué significa la ILP que se vota este viernes en Barcelona?

Respuesta. Es un revés más a la fiesta de los toros, de los muchos que nos han dado ya los políticos.

P. ¿Qué se perdería en caso de prohibirse los toros en Cataluña?

R. Una de las plazas clave, Barcelona, un gran escenario. Es la que mejor ha entendido a fenómenos como Manolete o José Tomás. Chamaco fue muy querido por la afición. Domingo Ortega tomó allí la alternativa. En Figueras, Tarragona o Gerona ya la mataron. Barcelona era la guinda. En la Cataluña francesa ven la fiesta de los toros como una seña de identidad. En Céret los toros son un grito contra el centralismo parisiense.

"El mundo urbano acaba con parte de la naturalidad"

P. ¿Cómo calificaría el momento que atraviesa la fiesta?

R. En un momento de transición, reflejo de la sociedad que vivimos. En las plazas menores se ha notado mucho la crisis, pero la afición mantiene su salud. Hay gente que vive por y para su afición. Los toros son una pasión para mucha gente.

P. ¿Si la ILP prospera el estamento taurino se va a organizar?

R. Ha habido intentos pero falta algo serio. Hemos ido a nuestra bola. Por desorganizados no hemos defendido nuestro patrimonio. Los culpables somos la gente del toro por no saber defender lo nuestro.

P. ¿La tauromaquia le parece una anacronismo?

R. No, me parece real. Vivimos en un mundo cada día más sajón, en el que no se debe ver sangre ni sufrimiento. El mundo urbano acaba con parte de la naturalidad.