La Revolución Cubana, en el IVAM

La Revolución Cubana llenó ayer el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) con la obra de nueve fotoperiodistas que cubrieron los acontecimientos en la isla sin tener conciencia de que retrataban la historia. "Ni estábamos haciendo arte ni recibíamos consignas políticas", afirmó ayer Roberto Salas, uno de los autores, durante la presentación; "hacíamos nuestro trabajo y tirábamos fotos de lo que veíamos con condiciones técnicas bastante elementales".

Ninguna limitación impidió, sin embargo, que alguna de esas instantáneas (caso del retrato del Che Guevara que Alberto Díaz Gutiérrez, Korda hizo en 1960) se convirtiera en una de las grandes imágenes totémicas del siglo XX.

Las fotografías de Raúl Corrales, Osvaldo Salas, Liborio Noval (también presente esta mañana en el IVAM), Ernesto Fernández, José Agraz, Perfecto Romero, Luis Pierce, Salas y Korda, recogen instantes de la movilización popular y primeros planos de los líderes revolucionarios. La mayoría de ellas pertenece a la época en que los barbudos de Sierra Maestra eran jóvenes, parecían inmortales y probablemente tenían razón.

La exposición Miradas reveladoras (hasta el 14 de febrero) picotea también en el antes y el después. Ahí está Fidel Castro caminando con traje y corbata por las calles de Nueva York, a mediados de los cincuenta, cuando su rebelión contra Batista aún no era declaradamente marxista y gozaba de apoyos en Washington. Ahí está la abrumadora multitud que festejó el aniversario de la revolución en La Habana en 1970. Ahí están los devastadores (aunque limitados) efectos del intento de invasión en playa Girón. Y ahí está Fidel Castro con Hemingway. Fidel jugando al béisbol. Fidel en la zafra. Fidel con Raúl Castro. Es llamativo que el IVAM, controlado por la Generalitat, en manos del PP, cuya posición respecto a Cuba es conocida, conmemore aquella fecha de hace 50 años.

¿Es una celebración? Consuelo Ciscar, directora del museo, dijo que no pensaron en ello al decidir traer la muestra. "Pero no hay ningún problema en hacerlo", añadió. Acto seguido sostuvo a ambos lados de la cabeza los retratos del Che (Roberto Salas) y de Fidel (Liborio Noval). Lástima que no hubiera un fotoperiodista en la sala.