La nueva dársena coruñesa enfrenta al Puerto con el gobierno local

Gobernase quien gobernase en A Coruña, Santiago o Madrid, siempre existió consenso y relaciones institucionales, en apariencia sin fisuras, entre el Ayuntamiento y el Puerto coruñés. Las divergencias y fricciones siempre se quedaban en la recámara, alejadas de cualquier conflicto partidista, a diferencia de lo que ocurre habitualmente en otras ciudades como Vigo. Hasta ahora. Un abierto enfrentamiento entre la Autoridad Portuaria, cuyo presidente y mayoría en el consejo de administración está en manos de la Xunta del PP, y el Gobierno municipal bipartito (PSOE-BNG) se oficializó ayer con la aprobación, con el voto en contra de la oposición, de una moción instando a acabar en plazo las obras del puerto exterior de Punta Langosteira.

En plena recta final de la negociación de un crédito entre Puertos del Estado y el Puerto coruñés para garantizar la finalización de una obra que arrastra un sobrecoste de 321 millones de euros, la mecha de la discordia se encendió por la ampliación del proyecto inicial, con la construcción de un contradique para ganar 300 metros de línea de atraque, y también capacidad de negocio, de la futura dársena.

Puertos del Estado, presidido por el socialista Fernando González Laxe, se opone por considerar que ese añadido, con un coste de 70 millones, se puede hacer más adelante. Pero la Autoridad Portuaria está empeñada en que de no hacerse ese contradique, el nuevo puerto no será operativo. Argumenta que sin esa ampliación no podrá trasladar a Langosteira tráfico marítimo de graneles y mercancías y, por lo tanto, no se podrán liberar y urbanizar los céntricos muelles de la ciudad.

El portavoz del PP local, Carlos Negreira, no logró convencer con esta argumentación a PSOE y BNG ayer en el pleno municipal. Su moción para reclamar la construcción del contradique fue rechazada. En su lugar, se aprobó un texto del PSOE y del BNG que se limita a instar a la Autoridad Portuaria a cumplir los plazos de construcción de la nueva dársena, prevista para finales de 2011, negociar con los concesionarios del viejo puerto su traslado a Langosteira y abogar por un acuerdo de financiación con el Estado que incluya todas las "mejoras técnicas y necesarias" del proyecto.

"Desde la llegada del PP a la Xunta se dedican a sembrar dudas sobre el puerto exterior, y en vez de mantener las relaciones institucionales que siempre han existido, no hacen más que poner chinas en el camino", reprochó la socialista Carmen Marón. En la misma línea el nacionalista Henrique Tello acusó a los conservadores de tener por único objetivo "cuestionar el puerto exterior e intentar que se modifique el convenio para construir más viviendas" en los muelles del centro. El edil del Bloque recordó que su partido estaba a favor del contradique cuando nadie lo veía imprescindible, ni siquiera Feijóo, que en 2005 era conselleiro de Obras Públicas.