Cortes de 29 minutos por hora

La ley audiovisual permitirá cortes en determinados programas de televisión hasta de 29 minutos por hora, casi el doble que ahora. Así, a los 12 minutos de publicidad convencional, se podrán añadir otros 12 de telepromociones y cinco más de autopromoción. Quedarían apenas 31 minutos de programa puro y duro en esa hora. De esta manera, casi la mitad de la duración de un programa se la comerían los anuncios.

Una docena de asociaciones de consumidores, anunciantes y agencias de medios presentaron ayer un manifiesto en el que denuncian que la Ley General de Comunicación Audiovisual (en trámite parlamentario) duplica la actual "saturación publicitaria" elevando a más de 29 minutos las formas de "comunicación comercial" que podría llegar a emitirse por hora de reloj. Estas organizaciones han constituido una plataforma bajo el lema Con un máximo de 12 minutos de publicidad en televisión ganamos todos. Afirman que la ley perjudica al ciudadano, a las empresas y a la economía, no cumple con el espíritu de la Directiva Europea ni ha tenido en cuenta las recomendaciones del Consejo de Estado.

Hasta ahora, las televisiones pueden emitir 12 minutos de mensajes publicitarios por hora más otros cinco de autopromociones, es decir, contenidos que informan de sus propios programas. La LGCA considera que estos anuncios no son "comunicación comercial" y por tanto no computan dentro de los 12 minutos de publicidad convencional que pueden emitir por hora, una limitación que se ajusta a la directiva comunitaria aprobada en 2007.

La ley española especifica que para el cómputo de los 12 minutos sólo se tendrán en cuenta "los mensajes publicitarios y la televenta", excluyéndose el patrocinio y el emplazamiento. También quedará fuera la telepromoción "cuando el mensaje individual de la telepromoción tenga una duración claramente superior a la de un mensaje publicitario y el conjunto de telepromociones no supere los 12 minutos por hora".

La polémica ha sido alimentada por el Consejo de Estado, que advertía de que la directiva "no ofrece apoyo" a que se excluya la telepromoción de esos 12 minutos. Pero la ley no da carta blanca. Acota el recorrido de las telepromociones. Esta fórmula consiste en vender un producto por el presentador de un programa en el mismo escenario desde el que está emitiendo, es necesario que sea de una duración superior a la de un anuncio convencional (habitualmente, 20 segundos) y que no pueda ser reemitido de manera independiente. Esto sólo sería posible, por ejemplo, en magacines o espacios de entretenimiento que se difundan en directo y es difícil que puedan cortar una película o una transmisión deportiva.