Sin memoria no somos nada

A veces me pregunto el porqué de los ataques y reticencias hacia la Memoria Histórica, y para interpretar esta duda suelo releer a Marina y Buñuel.

El primero, Juan Antonio Marina, se pregunta y viene a contestar por qué personas inteligentes realizan estupideces, y además diferencia y analiza la relación entre inteligencia individual e inteligencia social; desde su perspectiva la inteligencia social dañada produce sociedades estúpidas y, por tanto, conductas estúpidas.

Es Luis Buñuel quien nos afirma en su autobiografía que: "Hay que haber empezado a perder la memoria, aunque sea sólo a retazos, para darse cuenta de que esta memoria es lo que constituye toda nuestra vida. Una vida sin memoria no sería vida... Nuestra memoria es nuestra coherencia, nuestra razón, nuestra acción, nuestro sentimiento. Sin ella, no somos nada...". Como neurólogo que soy lo compruebo día a día.

Y es que, 73 años después de la tropelía perpetrada por los fascistas contra los maestros de Burón, el 30 de agosto de 2009 recuperé en Lario (León) el cuerpo masacrado de la abuela que nunca conocí. Lo recuperaron unos jóvenes antropólogos, forenses y voluntarios gestionados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. El alcalde de Burón, por el Partido Popular, estuvo presente y corrió con todos los gastos, las gentes de los pueblos de alrededor alcaldes, paisanos y paisanas recuperaron sus recuerdos y nos los regalaron.

Todos recuperamos la verdad y mi padre, a sus 91 años, el sosiego. Gracias a todos porque, si se recupera la memoria, el futuro social e individual será mejor para la salud de los más jóvenes.