Cigalas con pedigrí

Tan popular es en Ibiza y tan concurridas suelen estar sus instalaciones que para los asiduos y veraneantes se trata de El Chiringuito por antonomasia. Un lugar de horarios amplísimos que comienza a servir los primeros desayunos a las 10.00 de la mañana para proseguir con las cocinas abiertas hasta las 20.00, momento en el que cesan en su actividad aunque su barra de bar prolongue su actividad durante algún tiempo. Y todo ello al pie de una playa de arenas finas y blancas, junto a las salinas y no lejos del aeropuerto, en cuyas mesas, que se desparraman sobre amplios entarimados bajo el refugio de sombrillas y enramadas de brezo, se come sin manteles y con servilletas de papel de manera desenfadada.

Aunque el local ha cambiado de dueño y de cocineros, su carta prosigue relativamente fiel a la trayectoria que lo ha mantenido en el candelero desde hace 20 años. ¿Cuáles son las claves de su éxito? Recetas de corte mediterráneo, basadas en pescados y mariscos muy frescos.

Calderetas

Según los días, sus cocinas manejan salmonetes de roca, meros, gambas rojas, cabrachos, pez San Pedro, sirvias (pez limón), rayas, sardinas, dentones y cigalas ibicencas (cigarras). Frutos del mar que en ocasiones han sido capturados algunas horas antes. Materia prima de lujo que se pasa por la plancha con acierto y con la que también se preparan frituras, guisos, arroces y calderetas que en algunos casos alcanzan niveles de calidad importantes.

Al plantearse el menú no hay que olvidar que las raciones son abundantes y lo aconsejable es compartir entrantes y segundos platos. Lo ratifican los arroces y calderetas que se anuncian para dos pero incluso alcanzan para cuatro. Entre su lista de especialidades, figuran la caldera de pescados con patatas y tropezones de pescados blancos, la cazuela de fideos con moluscos, los calamares a la romana o a la plancha, los arroces caldosos de marisco, además, de huevos fritos con patatas, escalopes y ensaladas variadas. Para finalizar, una repostería francesa muy refinada. El pan es aceptable, el café bueno, el servicio diligente y la bodega permite salir del paso. Mucho más que un simple chiringuito de los que inundan nuestras playas.