Delirios con Manu Chao

El director de cine donostiarra Borja Cobeaga, que el 3 de julio estrena su ópera prima Pagafantas, se embarcó solo hacia Brasil hace un año.

¡Qué aventurero!

Había quedado en Santarem con unos amigos. Todo empezó bien; llegue a Río en business, por el overbooking. Pero la suerte duró poco.

¿Se perdió en la jungla?

Nunca llegué a ver el Amazonas. Mis amigos me dijeron que comprara el billete a Santarem ya estando en Río; sale más barato. Pero mi tarjeta no funcionaba allí y para cuando me llegó una transferencia, los billetes estaban agotados para toda la semana.

¿Y qué hizo solo en Río?

Lo primero, dormir en el aeropuerto; no tenía dinero y era domingo, así que hasta el lunes no pude cobrar el giro que me hizo mi familia. Fue horrible. Recuerdo que estando yo medio dormido abrazado al equipaje vi pasar a Manu Chao. Pensé que estaba delirando.

¿Luego pudo disfrutar la ciudad?

Poco, porque llovió a mares. Recuerdo ver el Corcovado entre la tormenta y pensar: "Es como estar en el monte Urgüll de San Sebastián, ¡qué triste!". Hizo bastante frío para Río. El periódico titulaba: "Muere un hombre de frío".

¿Y la noche no le alegró un poco?

Vi conciertos muy buenos de bossa nova. Pero ahí solo, tomando caipiroska... me sentía como el Tom Ripley de Patricia Highsmith. Menos mal que luego fui a Salvador de Bahía y lo pasé en grande.