El diputado de UPN pone a prueba la debilidad parlamentaria del Gobierno

La estabilidad del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero sigue amenazada y un solo diputado puede poner en una situación difícil al Gobierno. El próximo episodio de esta situación límite llegará el martes cuando se vote una moción del diputado de UPN, Carlos Salvador, que pide la retirada del anteproyecto de Ley del Aborto hasta que haya "reflexión sosegada" y "amplio consenso social, político y parlamentario". En el horizonte está la búsqueda de apoyos para los Presupuestos cuya negociación se anuncia ardua.

La dirección del Grupo Socialista está indignada porque asegura que esa reflexión se ha producido en una subcomisión durante meses y, sobre todo, alarmada porque cuenta de antemano con 177 votos, sólo uno más de los precisos para derrotar la iniciativa. Tiene los de BNG, ERC, IU e ICV, y enfrente a CiU y PNV, junto al PP y Coalición Canaria, en un contexto en el que los populares buscan acuerdos con los nacionalistas. Fortalecidos tras su victoria en las elecciones europeas han ganado fuerza para incomodar al Gobierno y, en este caso, aprovecharán la iniciativa de UPN.

La moción pedirá que se frene el anteproyecto y, aunque no es vinculante, tiene alto valor político en un asunto que ha sembrado dudas dentro del PSOE. Varias ausencias o un error en la votación pueden poner al Gobierno en situación límite y, de ahí la preocupación del PSOE.

La siguiente batalla se producirá por la agenda parlamentaria del Gobierno, porque los nacionalistas y el PP están dispuestos a apoyar la iniciativa de Gaspar Llamazares para provocar un nuevo pleno sobre la crisis económica. El diputado de IU esgrime para su petición el compromiso asumido por el PSOE en febrero para celebrar una comparecencia trimestral del presidente. En las próximas semanas se iniciarán los contactos preliminares para elaborar los Presupuestos para 2010. Fuentes del Gobierno dan por hecho que será imposible contar con PNV y CiU y casi descartan abrir la negociación con esos dos grupos. Confían en llegar a un acuerdo con BNG, IU, ICV, más CC. ERC está pendiente de la financiación autonómica.

De inicio, los partidos con los que el PSOE pretende pactar plantean condiciones sobre política económica que pueden ser difíciles de asumir para el Gobierno. Por ejemplo, Llamazares asegura que exigirá al Gobierno, como condición indispensable, una subida de impuestos para las rentas más altas. Con Coalición Canaria el Gobierno pretende llegar a un acuerdo sobre la base de aprobar en los próximos meses un plan anticrisis específico para las islas. Ese plan se llevará a un Consejo de Ministros extraordinario en Canarias. Los nacionalistas gallegos exigirán un calendario concreto de inversiones para los próximos años en esa comunidad que el Ejecutivo considera asumible. En ese acuerdo de Presupuestos, el PSOE ve posible incluir al diputado de UPN, en reciprocidad a los acuerdos de ambos partidos en Navarra.