Confebask defiende la continuidad de la central de Garoña

La inminente decisión sobre el futuro de la central nuclear de Garoña, que se conocerá a partir de la próxima semana, sigue suscitando reacciones encontradas. La patronal Confebask y el comité de empresa de la propia planta respaldaron ayer su continuidad. El Gobierno central debe decidir si prorroga o no 10 años más su vida más allá de los 40 para los que fue inicialmente diseñada y que cumplirá en 2011.

La patronal vasca defendió que el cierre de la nuclear, que explotan Iberdrola y Endesa, "afectaría negativamente a la competitividad de las empresas de alto consumo", a la industria en general y los propios consumidores. "[Su cierre] desequilibraría el mix energético y contribuiría a una merma del suministro", aseguró en un comunicado.

Confebask recalcó que "no hay razones" para cuestionar el funcionamiento de Garoña, "que ha demostrado a lo largo de estos años plenas garantías de seguridad y eficacia". Apuntó que su producción anual equivale "a toda la de la energía fotovoltaica española con un coste diez veces inferior y sin apenas emisiones de CO2 a la atmósfera".

El comité de empresa de la planta tampoco ve motivos para no conceder otra prórroga a la explotación y recordó el millar de familias que dependen económicamente de ellas. Agregó que la seguridad de la central está avalada por las inspecciones periódicas.

En cambio, el diputado de Medio Ambiente alavés, Mikel Mintegi, se mostró convencido de que se asiste al "inicio del fin de la central de Garoña", tras entregar ayer en el Ministerio de Medio Ambiente copias de las ocho mociones aprobadas desde 1990 en las Juntas Generales a favor del cierre de la nuclear.