Tímido apoyo de los profesores

El movimiento anti-Bolonia, contrario al proceso de convergencia europea del sistema de educación superior, empieza a organizarse tímidamente entre el profesorado y el personal de administración y servicios. Ayer una veintena escasa de profesores en la Universidad de Alicante celebraron una asamblea. En principio, son pocos, pero confían en sumar adeptos. El pasado 25 de abril se reunieron en Madrid representantes de las asambleas de PDI y PAS de universidades de Andalucía, Aragón, Cataluña, Galicia, Madrid y Comunidad Valenciana para redactar un documento Por la dignidad de los estudios superiores en Europa, que plantea una moratoria y paralización "inmediata" de la implantación de nuevos grados y masters, de la Estrategia Universidad 2015, las actividades de la ANECA, el borrador del estatuto del PDI, el borrador de Nueva Ley de la Ciencia y las órdenes ministeriales a las profesiones reguladas.

Bolonia "mercantiliza la enseñanza y convierte al alumno en cliente y a la universidad en empresa de servicios", resume Víctor Alonso, uno de los miembros de la asamblea. Javier Barreda critica la "falta de crítica" por parte de los órganos de gobierno de la Universidad de Alicante y la "poca difusión y debate" que el rector, Ignacio Jiménez Raneda, ha consentido. Los profesores entienden que Bolonia es un "trágico cambio de rumbo" en el compromiso "humanista, científico, de diálogo y por el conocimiento crítico" que se aprobó en la Carta Magna de las Universidades en 1988. "Bolonia no es inocente, parte de un diagnóstico liberal, empobrece las carreras y permite que el elitismo regrese al campus", concluye Víctor Alonso.