Madrid, sin talleres

Durante los últimos cuatro años vengo acudiendo a un taller de literatura subvencionado por la Comunidad de Madrid en la Biblioteca Pública de Vallecas. Pues bien, la profesora nos ha dicho a los aprendices de escritor que se acabó lo que se daba, que ya no hay presupuesto para el próximo curso. Estoy convencido de que estas actividades (dos horas de cultura a la semana) suponen un importe irrelevante en el presupuesto de Madrid.

Mire, doña Esperanza, si sólo reclamamos unas migajas; además, ¿qué piensa hacer con el excelente profesorado que nos orienta en este humilde arte de cautivar con las palabras? ¿Mandarlo al paro? Reconsidere su postura, mujer, que nosotros nos conformamos con poco comparado con lo que le supuso la inauguración de los teatros del Canal. ¿Sabe que con aquel millón y pico de euros que nos costó a los madrileños semejante fasto habríamos tenido talleres literarios hasta la generación de mis tatatataranietos?

¿Conoce la demanda que estas actividades tienen entre la ciudadanía, las actuales listas de espera por falta de medios? Ni le cuento la gente tan estupenda que allí he encontrado; por ejemplo, amigos septuagenarios que se emocionan y nos emocionan contándonos sus historias. Venga, señora Aguirre, aunque sólo sea, hágalo por ellos, ¿dónde mejor van a estar que en estos talleres.