Ellos pisan más el acelerador

La guerra de sexos también se libra en la carretera. Los chicos utilizan el coche más tiempo que las chicas (sobre todo el fin de semana), compran vehículos con mayor potencia que ellas y circulan a más velocidad. Es una de las conclusiones de Generación Y, un estudio realizado por la aseguradora Mapfre que ha analizado, durante un año y con la ayuda de un dispositivo similar al GPS, los hábitos de conducción de más de 10.000 jóvenes de entre 18 y 27 años.

Aunque se cumplen ciertos tópicos sobre las diferencias de género al volante, el estudio rompe otros sambenitos. Por ejemplo, señala que los jóvenes no necesariamente son más irresponsables que sus padres al coger el coche. Y, sobre todo, que no hay un único patrón de comportamiento.

"Los que han participado han sido conductores responsables. Han sufrido pocos impactos en relación con la media y apenas han rebasado los límites de velocidad", señaló Julio Laria, director general del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, en la presentación del informe en Barcelona. La instalación de un dispositivo que ha registrado los pasos de los jóvenes (más de 127 millones de kilómetros por toda España) ha podido influir en su comportamiento, que ha sido "más prudente de lo normal", admitieron los autores del estudio.

Más que el exceso de velocidad o cualquier otro factor clásico, la falta de experiencia es la que está detrás de la mayoría de impactos que han sufrido los jóvenes. "El uso constante del coche hace que cometan errores con más facilidad y puedan sufrir un accidente, que en general es leve", añadió Laria.

Lo importante, según el estudio, es que no todos los jóvenes conducen igual. El estudio dibuja tres perfiles: el constante (lo usa cada día y corre poco), el laboral (mujer que coge el coche para estudiar o ir al trabajo) y el búho: el varón que usa el coche (potente) el fin de semana. Es precisamente este último perfil, que representa el 17% del total, el que corre más riesgos: las colisiones aumentan el 40% por la noche, según el estudio. Y, además, son más graves.

Cuando los búhos salen, las chicas van con ellos como acompañantes, no como conductoras: los fines de semana, el uso del coche entre ellas es más limitado.

Aprovechando los datos del estudio, Mapfre ha lanzado un nuevo tipo de póliza de "pago por uso". El interesado debe instalar en su coche un dispositivo que controla la velocidad, las distancias y las carreteras. La idea es que, si cumple las normas y no tiene accidentes, pagará menos. "El solo hecho de llevar el aparato te hace ser más prudente", indicó Laria. El dispositivo permite, además, localizar el vehículo en caso de robo y llamar automáticamente a emergencias si hay un siniestro grave.