El PNV secunda el ataque del PP a Garzón para hostigar al PSOE

Hace apenas tres meses, el PNV sacó al Gobierno del apuro de la aprobación de los Presupuestos y ahora cuestiona en el Congreso su honestidad y hace lo posible para dejar clara su distancia. Todo porque los socialistas están a punto de desalojarlo del Gobierno del País Vasco. Ayer se inauguró la etapa de hostilidades del PNV contra el Gobierno.

Los nacionalistas hicieron suya la tesis del PP de que la investigación de la trama corrupta vinculada a administraciones populares surge de una conspiración entre el Ejecutivo y el juez Baltasar Garzón.

Para marcar distancias, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, eligió en la sesión de control al Gobierno de ayer una pregunta a Zapatero y una argumentación que, de una tacada, le permitió cuestionar los resultados electorales en el País Vasco por la ausencia de la izquierda abertzale, criticar con dureza al presidente del Ejecutivo y, por último, darle donde más le duele, al apoyar al PP en su pugna contra Garzón.

La pregunta, sobre si el Gobierno ha respetado la división de poderes, le sirvió para argumentar que "la mano calculadora e interesada" del Ejecutivo ha manipulado la justicia para "apartar de la carrera a los que le impedían alcanzar las metas electorales" (en referencia a los radicales abertzales), y, en el caso de Galicia, para "lastrar a sus principales contrincantes, dificultándoles la carrera".

"Sobre estas actuaciones pesará siempre la sospecha de que el Gobierno intentó instrumentalizar el poder judicial para ponerlo al servicio de sus intereses electorales", dijo Erkoreka, para concluir: "El Gobierno, desde el punto de vista de la honestidad, ha dejado mucho que desear".

Su referencia implícita a la investigación de Garzón provocó un murmullo en los escaños del PP y multitud de miradas de asombro por el inesperado oxígeno a su cruzada contra el magistrado. En su respuesta, Zapatero optó por restar importancia a la acusación, como si la considerara una conclusión lógica e impostada de la decisión de sacar al PNV de la Lehendakaritza.

"Precisamente porque le tengo por una persona seria he valorado que, a medida que escuchaba su intervención, cada vez le veía con menos capacidad de convicción porque ni usted mismo se cree nada de lo que ha dicho", le respondió Zapatero.